Trabajar con pigmentos naturales no es solo una cuestión estética. Es una decisión que cambia la forma en la que te relacionas con el proceso creativo. En Colors Còdol creemos que cada color debe tener un origen claro y respetuoso, y por eso elaboramos nuestras pinturas a partir de materiales minerales, tierras y vegetales.
Este artículo nace para compartir contigo las razones detrás de esta elección: qué aportan estos pigmentos, cómo se comportan en el papel y qué diferencia marcan frente a los productos industriales. Pintar también puede ser una forma de volver al origen.

Una decisión consciente en cada trazo
Los pigmentos naturales tienen texturas, opacidades y reacciones únicas. No hay dos colores iguales, ni dos mezclas que respondan igual. Eso obliga a prestar atención, a ajustar tu ritmo al del material. Y ahí está parte de su valor: te invitan a pintar de otra forma.
Además, usar pigmentos no procesados reduce la exposición a químicos, respeta el entorno y te conecta con técnicas tradicionales. Es una forma de aprendizaje que mezcla arte y ecología. Dejar atrás lo sintético es también una manera de cuidar el gesto.